El temple es un proceso del tratamiento térmico usado para aumentar la dureza y la ductilidad de materiales tales como acero. El proceso de temple implica el calentar de un material a una temperatura debajo de su punto crítico, generalmente entre 150°C y 700°C, y sostenerlo en esa temperatura por un periodo de tiempo antes de refrescarla a la temperatura ambiente.
El propósito del temple es reducir la dureza y la fragilidad de un material se ha apagado o se ha endurecido de otra manera que. Durante el temple, algo de exceso de la dureza se quita del material, mejorando dureza, ductilidad y resistencia de impacto.
La temperatura y la duración del proceso de temple se pueden ajustar para alcanzar las propiedades deseadas del material. Cuanto más alta es la temperatura de revenido y cuanto más larga es la duración, más suave es el material y mejor es la ductilidad; cuanto más baja es la temperatura de revenido y cuanto más corta es la duración, el más duro y más frágil el material.
El proceso de temple es de uso general en la producción de productos de acero tales como herramientas, engranajes y primaveras. También se utiliza en la producción de componentes estructurales, tales como puentes y edificios, para aumentar su resistencia de la dureza y de la fractura.