Algunas características clave del proceso de molienda incluyen:
Eliminación del material: mediante una herramienta abrasiva giratoria, el proceso de rectificación elimina gradualmente el material de la superficie de la pieza de trabajo, lo que permite un control preciso de las dimensiones y la calidad de la superficie.
Alta precisión: El proceso de rectificación es ideal para piezas de ingeniería que requieren una precisión muy alta, ya que puede lograr dimensiones muy pequeñas y una rugosidad superficial del orden de unos pocos micras.
Calidad de la superficie: la molienda puede lograr una excelente calidad de la superficie y, por lo general, no requiere un tratamiento de superficie adicional.
Varios materiales: El proceso de molienda se puede utilizar en muchos tipos diferentes de materiales, incluidos metales, cerámicas, plásticos y vidrio.
La aplicación del proceso de molienda es muy amplia, ayuda a fabricar una amplia gama de productos, desde las necesidades diarias hasta piezas de ingeniería de alta gama